Calaf Mehta escribe en silencio lo siguiente:
Hace un buen tiempo que no sé nada de ti, no doy contigo, no te encuentro por ningún lado, y lo que es peor, a pesar de todo este tiempo, te extraño.
Extraño conversar contigo, extraño saber que existes. Sabes que me cambiaste la vida y eso nos dio miedo a los dos. Tu lograste salir de tus problemas mientras que yo, a la larga, terminé sumergido en ellos. En este momento al hacer un recuento de mis grandes errores, debo confesarte -quizá demasiado tarde- que el peor de todos ha sido dejarte salir de mi vida de esta forma tan cobarde.
Con el tiempo he podido entender lo especial que eras... y ahora necesito dejarte ir.
Te extraño a momentos, esos en los que me enseñaste a vivir.
Si alguna vez lees esto, seguramente no te importará nada de lo que he escrito y eso es lo mejor.
Eras tú.
Saludos.
CM.
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